Panfleto de garretón
Con respecto a un panfleto, con disfraz de carta, escrito por un sospechoso de apellido Garretón, escribí una carta a La Tercera, que obvio es decir no fue, ni será publicada, pero creo que la carta me quedó muy genial para no dejar constancia en este blog. Para que pueda apreciarla, antes lea el panfleto mencionado de garretón.
Señor director de La Tercera:
El sociólogo Manuel Antonio Garretón, más allá de que haya ejercido su derecho a la libre expresión, o que haya tenido una buena intención, es la expresión de la mentalidad y conductas heredadas directamente de las ideologías de izquierda totalitaria, enemigas acérrimas de la cultura democrática.
Esto plantea un problema de fondo para la sociedad chilena: ¿Podrá haber verdadera reconciliación si esa mentalidad y conductas, y quienes las expresan, tengan tribuna en los medios de comunicación y la justicia?
Lo que plantea una solución también de fondo, como ha ocurrido en casi todos los países que salen de dictaduras atroces como lo es la que existe en Cuba. Esto es, que nadie que haya estado involucrado directa o indirectamente (inspirador, ejecutor, cómplice, encubridor, colaborador o informante, etc.), en la defensa de ideas totalitarias de izquierda o haya pertenecido a instituciones dedicadas a defender tales ideologías y a los criminales, asesinos, ladrones de banco, antisemitas, violadores, etc. que las defendieron, a menos que se haya retractado o pedido perdón públicamente, debiera ejercer cargos públicos de representación o designación, en especial en los órganos de justicia, ser docente de todo tipo de establecimiento educacional, o trabajar en medios de comunicación social.
En Chile hay demasiados que gozan de esta impunidad, entre ellos, el sociólogo Manuel Antonio Garretón y sus cómplices.
Heitai
Blogero y Estanquero
Una cosa más, a pesar de todo, en lo sucesivo si algo me parece pertinente seguiré enviando el mensaje al diario lagartija de Chile, “La Tercera”.
Señor director de La Tercera:
El sociólogo Manuel Antonio Garretón, más allá de que haya ejercido su derecho a la libre expresión, o que haya tenido una buena intención, es la expresión de la mentalidad y conductas heredadas directamente de las ideologías de izquierda totalitaria, enemigas acérrimas de la cultura democrática.
Esto plantea un problema de fondo para la sociedad chilena: ¿Podrá haber verdadera reconciliación si esa mentalidad y conductas, y quienes las expresan, tengan tribuna en los medios de comunicación y la justicia?
Lo que plantea una solución también de fondo, como ha ocurrido en casi todos los países que salen de dictaduras atroces como lo es la que existe en Cuba. Esto es, que nadie que haya estado involucrado directa o indirectamente (inspirador, ejecutor, cómplice, encubridor, colaborador o informante, etc.), en la defensa de ideas totalitarias de izquierda o haya pertenecido a instituciones dedicadas a defender tales ideologías y a los criminales, asesinos, ladrones de banco, antisemitas, violadores, etc. que las defendieron, a menos que se haya retractado o pedido perdón públicamente, debiera ejercer cargos públicos de representación o designación, en especial en los órganos de justicia, ser docente de todo tipo de establecimiento educacional, o trabajar en medios de comunicación social.
En Chile hay demasiados que gozan de esta impunidad, entre ellos, el sociólogo Manuel Antonio Garretón y sus cómplices.
Heitai
Blogero y Estanquero
Una cosa más, a pesar de todo, en lo sucesivo si algo me parece pertinente seguiré enviando el mensaje al diario lagartija de Chile, “La Tercera”.
Etiquetas: Chiste, Corrupción Chile, Cultura, Derecha, Hipocresía, Imbéciles, Justicia, Política
posted by Heitai at 6:25 a.m.
9 Comments:
Amigo Heitai, Ud.mandó la carta con sus datos reales? Nombre completo, Rut. Si no es así, olvídese, la prensa no publica cartas con seudónimos o nicks, menos cuando no son "políticamente correctas" de acuerdo a los intereses de sus respectivos propietarios.
Hunter... cree que soy hu..n? jaja.. no, pero si bien es cierto lo que dices, en más de una ocasión la propia tercera ha publicado opiniones con seudónimos.
La única gracia de la carta, es que es bien divertida.
No sólo divertida, es excelente, porque con los mismos agrumentos que Garretón atacó a Labbé, usando el contenido de su carta, te reitero, lo hiciste puré.
De verdad lamento que no se publique.
No te publicaron.
Si revisas mis post más antiguos, yo reproduzco en un debate que tuve con Tomás Moulián en 'La Tercera'. Cuando escribí cartas a ese diario, me borraron la siguiente expresión: "la izquierda fue derrotada políticamente y militarmente". Algo. Me borraron la parte militar.
También me borraron cuando empleé la expresión 'progre', para referirme a la izquierda. Llamar 'progre' a un izquierdista es insultarlo.
La Tercera es como piñera, a pesar de vestirse de zurda igual la detestan.
Heitai. Los marxistas seguirán gozando de impunidad, porque los jueces los respaldan y porque la gente les tiene miedo, ya que actúan al margen de la ley, con funas, descalificaciones y matonaje. A Garretón lo vi en tolerancia cero, y el gallo esta rallado del todo. Es capaz de decir las tonteras mas grandes sin arrugarse, no se si es actor o se las cree.
Quiero corregir algo de lo que has dicho Maximo:
"Los marxistas seguirán gozando de impunidad, porque los jueces MARXISTAS los respaldan"
garretón es un esperpento, me interesa que lea la carta por que en una de esas la humanidad tiene suerte y le da un ataque, no al corazón, que no creo tenga.
Recuerdo más de una vez que los políticos de la UDI se reunieron en esos seminarios transversales que hubo en estos veinte años, Garretón siempre los encaraba y les decía que ustedes eran unos inmorales por haber trabajado en Gobierno Militar. Garretón es el inquisidor del novelista ruso.
En el programa 'La Nueva Belleza de Pensar' lo entrevistan a cada rato de canal 13 cable. Lo mismo en el programa 'Off de Record'.
Tendrías que escribir un poema burlándote de los intelectuales que trabajan en el Flacso, de donde es Garretón.
El tipo esta orate, habria que internarlo.
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