Examen Sicológico para Presidentes

Enterándome de lo dicho por Narciso Piñata (lo leí, no tengo estómago ya para escucharlo, o ver su bufona careta), el Domingo en la noche y lo obrado por el personaje, con respecto a la noticia sobre chavez (noticia, que el tipo ya estaba pútrido hace tiempo, de otra forma, evito y los demás hubieran podido darle un besito en la frente, cuando peregrinaron a su "meca".. lindo juego de palabras), pues al instante se me ocurrió que tenemos una necesidad como sociedad, y es exigir un examen sicológico, por lo menos para ser Presidente.

¿Y por qué no para todos los cargos electos? por que no soy irracional, si hacemos eso, no creo queden ni un 10%... afrontemos, que tenemos desde estafadores, ladrones, pedófilos, y no se cuanta mierda más en esos cargos "de tanto sacrificio". Imagino que si extendiéramos ese examen a todos, a la par sería necesario comprar muchas sogas, y mucha, madera para los cadalsos, y la verdad, no creo tengamos como sociedad, el valor que se requiere para eso.

Creo es una necesidad urgente, sino les pido lean algunas características, sobre distintos trastornos de la personalidad, y luego piensen en los 3 esperpentos que hemos tenido como últimos presidentes, y luego piensen, quién es quién. Solo faltó la foto,... y creo debería ser parte de su real "currículum viate". ¿Saben lo triste y patético?, a primera vista este post parece una broma sarcástica, pero si se fijan con atención, verán que nada tiene de broma, sino más bien un horrible chiste de humor negro, que nos hemos jugado nosotros mismos.

"Chile, fértil provincia señalada, y por una banda de trastornados, su presidencia marcada".

"Trastorno Narcisista de la personalidad":

1. Tiene un sentido grandioso de su propia importancia
2. Le absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal
3. Se considera especial y único, y sólo puede ser comprendido, y sólo debería asociarse con otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.
4. Requiere excesiva admiración (Es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).
5. Tiene un gran sentido de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo. Tiene un sentido de "categoría" con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.
6. En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (esperan que se les dé todo lo que deseen, sin importar lo que ello suponga para los demás, y pueden asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).
7. Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.
8. Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).
9. Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes.

"Trastorno de la personalidad por dependencia":

1. Tiene dificultades para tomar las decisiones sin un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás.
2. Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las áreas fundamentales de su vida.
3. Tiene dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación.
4. Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera.
5. Va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás.
6. Se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados.
7. Cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación.
8. Está preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar de sí mismo.

"Trastorno histriónico de la personalidad":

1. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención.
2. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.
3. Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
4. Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo.
5. Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
6. Muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
7. Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias.
8. Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.