Alfonso Podlech puede cambiar la historia
La liberación del ex fiscal militar, Sr. Alfonso Podlech, de una prisión italiana, luego de ser declarado inocente en un juicio por tendenciosas causas de DDHH, fue noticia que pasó de forma bien poco relevante en los medios tradicionales, cosa que no extraña, pero hay algo que me esta molestando, y ya lo dije en el blog de Cristián, pues me pregunto, ¿el Sr. Podlech iniciará acciones legales contra los culpables de su situación? creo que es VITAL E IMPERIOSO que lo haga.
El caso Podlech, a pesar del dolor de la familia, es el primer caso en que la verdad triunfa, es de importancia capital, con seguridad se puede decir que es un punto clave para destruir el entramado de la izquierda. Al ser una sentencia de tal firmeza jurídica, se puede transformar, si el Sr. Podlech demanda a los culpables (incluyendo los jueces prevaricadores y rojos de Chile), de forma muy probable el elemento, que destruya la base del negocio de los DDHH, el dinero. Todo esto es por dinero, si se les corta el dinero, el tema de los DDHH, para los simios zurdos pierde toda importancia.
Podlech debe demandar al Estado Chileno y todos los particulares cómplices de su situación, lamento decirlo, pero es su deber. Nunca antes alguien ha tenido la oportunidad de destruir el corazón de la izquierda chilena y derrumbar el castillo de naipes de sus mentiras.
Podlech puede y honestamente, creo que debe actuar jurídicamente contra sus carceleros. El precio de su silencio, será que otras familias como la suya sufran lo mismo, y a diferencia de él, no tendrán al frente a jueces "imparciales", sino a esbirros del la iglesia de izquierda.
Podlech es probablemente, esa persona que esperábamos y de la que hablamos antes, la persona que sin quererlo, por circunstancias de la vida, terminó en el lugar y tiempo correcto, en esas encrucijadas que permiten que un solo hombre cambie la historia.
Podlech tiene los nombres de los principales culpables de su secuestro y todos sus cómplices, es necesario que perseveré en las acciones judiciales en su contra y persevere, por su bien, el de su familia y de todo el País.
Esto no se trata de dinero, como si lo es para la izquierda, se trata de pelear por la verdad, por la historia, por Chile, se trata de comenzar a destruir de una buena vez esa niebla de miasma oscura, que la izquierda ha arrojado sobre todos nosotros, que los cobardes y mentiros simios zurdos, han tratado de establecer como la verdad, pero cada vez más, sus propias acciones se vuelven en su contra.
Sr. Podlech, Ud. y su familia, les guste o no, el destino les puso en una terrible situación, olvidar y seguir no es la respuesta. He leído bastante de Ud. y su familia, ya sé que no son personas que se amilanen ante los abrojos y dolores de la vida, por eso es su deber, el que se convierta en el primero en dar un paso al frente y diga “Yo acuso”, a los criminales que le encarcelaron, no por Ud. sino por todos los demás, los que vendrán, los que están y aquellos que fueron asesinados y sus nombre olvidados.
Sr. Podlech, el destino le llama, tome su lugar y no le de la espalda.
El caso Podlech, a pesar del dolor de la familia, es el primer caso en que la verdad triunfa, es de importancia capital, con seguridad se puede decir que es un punto clave para destruir el entramado de la izquierda. Al ser una sentencia de tal firmeza jurídica, se puede transformar, si el Sr. Podlech demanda a los culpables (incluyendo los jueces prevaricadores y rojos de Chile), de forma muy probable el elemento, que destruya la base del negocio de los DDHH, el dinero. Todo esto es por dinero, si se les corta el dinero, el tema de los DDHH, para los simios zurdos pierde toda importancia.
Podlech debe demandar al Estado Chileno y todos los particulares cómplices de su situación, lamento decirlo, pero es su deber. Nunca antes alguien ha tenido la oportunidad de destruir el corazón de la izquierda chilena y derrumbar el castillo de naipes de sus mentiras.
Podlech puede y honestamente, creo que debe actuar jurídicamente contra sus carceleros. El precio de su silencio, será que otras familias como la suya sufran lo mismo, y a diferencia de él, no tendrán al frente a jueces "imparciales", sino a esbirros del la iglesia de izquierda.
Podlech es probablemente, esa persona que esperábamos y de la que hablamos antes, la persona que sin quererlo, por circunstancias de la vida, terminó en el lugar y tiempo correcto, en esas encrucijadas que permiten que un solo hombre cambie la historia.
Podlech tiene los nombres de los principales culpables de su secuestro y todos sus cómplices, es necesario que perseveré en las acciones judiciales en su contra y persevere, por su bien, el de su familia y de todo el País.
Esto no se trata de dinero, como si lo es para la izquierda, se trata de pelear por la verdad, por la historia, por Chile, se trata de comenzar a destruir de una buena vez esa niebla de miasma oscura, que la izquierda ha arrojado sobre todos nosotros, que los cobardes y mentiros simios zurdos, han tratado de establecer como la verdad, pero cada vez más, sus propias acciones se vuelven en su contra.
Sr. Podlech, Ud. y su familia, les guste o no, el destino les puso en una terrible situación, olvidar y seguir no es la respuesta. He leído bastante de Ud. y su familia, ya sé que no son personas que se amilanen ante los abrojos y dolores de la vida, por eso es su deber, el que se convierta en el primero en dar un paso al frente y diga “Yo acuso”, a los criminales que le encarcelaron, no por Ud. sino por todos los demás, los que vendrán, los que están y aquellos que fueron asesinados y sus nombre olvidados.
Sr. Podlech, el destino le llama, tome su lugar y no le de la espalda.
Etiquetas: Cobardía, Corrupción Chile, Ejército Chile, Estado, Honor, Política
13 Comments:
Lo que dices es cierto. Es importante que el ex fiscal haga la demanda.
Si se calla, les hará el juego a la escoria zurda.
Toda la razón, si Podlech reacciona y presenta todas las justificadas acciones legales que le corresponden, puede terminar encontrándole sentido a su injusto sufrimiento al evitar que esto mismo le ocurra a otros.Así, su sufrimiento tendría algun sentido .
Rescato las palabras de la gran Oriana Fallaci en su libro "La Rabia y el Orgullo":
"Hay momentos, en la vida, en los que callar se convierte en culpa y hablar en una obligación.Un deber civil, un desafío moral, un imperativo categórico del que uno no se puede evadir".
Lamento decir, que si el Sr. Podlech calla, se pondrá al nivel de sus secuestradores.
Naturalmente sería bueno que él incoe las acciones legales correspondientes. También creo que debería hacerlo, pero encuentro un desacierto hacerlo sentir como un deber imperioso e irrenunciable: el asunto está en sus manos.
Pero, ya que estamos interesados en el asunto, sería conveniente apelar directamente al Sr. Podlech para pedirle que haga uso de esta oportunidad en favor de la Justicia.
Yo sí creo que es su deber, el no actuar de forma individual para defender sus derechos, haría ver que las conductas colectivistas pueden ejercer sin limitaciones las acciones más aberrantes, sin recibir sanción. Uno de los problemas de la izquierda es la real impunidad de sus crímenes. El Sr. Podlech no puede hacerse cómplice con su silencio.
Pienso que va a recapacitar y harà las acciones legales pertinentes, ojalà su familia lo convenza...
Espero que luego de un merecido descanso, tome la desición correcta.
Que tal Hetai, también escribí sobre el tema http://revistajupiter.wordpress.com/?s=podlech
Lo que grotesco de este caso, fue que ni el gobierno de SP ni la "derecha", hicieron nada por Podlech, lo dejaron sólo sabiendo que era inocente.
Y de forma grotesca, los simios zurdos acusan al DC, de haber presionado para liberar a Podlech. Es algo tan rídiculo que solo los subnormales simios rojos pueden creerlo.
Me había olvidado de los post que le dedico Francisco al ex fiscal.
hay entre nosotros alguien que de veras le "pegue" a la escritura y se pueda dirigir a don alfonso ,para exponerle nuestra inquietud y esperanza.??
saludos
Yo creo que su entorno ya sabe de nuestra idea, el resultado se verá más temprano que tarde.
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